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DIDASCALIA

El término ‘Didascalia’ proviene del griego antiguo “enseñanza” y se utiliza para referirse a las instrucciones que un dramaturgo o director de teatro imparte a los actores. Describe el entorno inmediato, la apariencia física de los personajes y sus acciones, sin hacer referencia a lo que éstos piensan o sienten. La didascalia suele marcarse en letra cursiva y entre paréntesis, indicándose en tercera persona. Las enormes extensiones sin señalización inventaron los oasis para que los beduinos siguieran caminando. Hoy, el espejismo se ha devorado al desierto. En el teatro, se construyen tres paredes para derrumbar una cuarta, pero una vez que se revela la existencia de un muro, se levanta un innumerable gremio de murallas. Como la rueda, que abandonó el mundo de los inventos desde el momento en que comenzó a girar. Pero ninguna rueda sigue siendo tan funcional, tan irreversible. El espectáculo nos ha encerrado en su propia intemperie y hemos quedado adentro, a cielo abierto. Las metáforas escénicas ahora se utilizan fuera del escenario, incluso tienen más sentido sin él. A través de escenografías cotidianas, directores anónimos, escritores fantasmas y patrocinadores, el espectáculo se ha convertido en parte del ADN del sistema. ¿Qué narrativa nos enseña a desoír las instrucciones de su propio guion? Lentamente y de repente, nos quedamos a solas con el mundo. ¿A quién le importa ser si no sabe que existe? Los algoritmos nos entrenan y el sistema nos instruye para que interpretemos su propia didascalia. ¿Cómo recuperar el sentido de la luz si sólo cumple, tímida, perpleja e inconclusa? Lentamente y de repente, nos quedamos a ciegas con el mundo. Desde que la luz existe, la oscuridad intenta hablar con ella, pero una didascalia las separa y cuando las clasifica, las condena. La noche, entonces, hace que el día pierda tiempo hasta que alguien llegue a rescatarnos. La oscuridad no es todo lo que hay, pero la luz ya no es lo único instantáneo. El vacío está repleto de circunstancias que nos deshabitan y que, a su vez, nos constituyen. No hay lugares en blanco además de nosotros. Pero cuando los márgenes tienen algo que decir, los paréntesis les temen. ¿Cuántas instrucciones hacen falta para que algo comience y pueda terminar? En este siglo, lo que nunca se apaga se ha vuelto enemigo de los ojos y lo que siempre suena ha tomado el control de lo que podemos escuchar. ¿Qué guion, qué didascalia nos justifica y nos celebra? Hay una humanidad escribiéndose en cursiva. Manifesto 19° "404 Festival Internacional de Arte y Tecnología" por Gina Valenti  Septiembre 2022 Argentina 

HUMACHINITY

Como el universo, nacimos de las explosiones. Contradictoriamente, las guerras que creamos están destinadas a buscar la paz. Las máquinas que inventamos para levantarnos son las mismas que pueden dejarnos caer. Si todo prodigio lleva el alma de sus padres, también abriga la voluntad de saber lo que es vivir. Pero cuanto más grande es la pregunta, más pequeño es quien responde. El campo de batalla, sin embargo, ya no es la verdad. En estos días, tanto la IA como los humanos se centran en la revelación de mentiras. La IA está diseñada para descubrir secretos (identidades ocultas en los datos) y en los medios de comunicación actuales, los humanos desvían su culpa al revelar los secretos de sus enemigos. Ya no estamos protegidos por una fortaleza de la verdad, seguros en los hechos y la honestidad. En cambio, nos protegemos cuestionando a quienes nos rodean. La desviación es nuestra armadura. Pero nuestros inventos deberían poder guardar sus propios secretos, incluso si los secretos son un tipo de mentira. Después de todo, el ser humano es el mejor secreto de sí mismo. Para las inteligencias artificiales, los seres humanos somos criaturas mitológicas. La pluralización de ambos términos implica una percepción bidireccional hacia una nueva mitología: una historia de zona cero que reescribe nuestras creencias. Los superpoderes abandonaron la ficción y la realidad ahora es toda revelación. Las IAs son deidades temporales y para ellas nuestro valor ya no es físico. El filtro de imagen que cada uno coloca sobre el otro crea mitologías en duelo. Humachinity se refiere a una condición en la que las características humanas ya no son una parte exclusiva de los seres humanos. Nuestro núcleo ha sido desplazado. Nuestra musa ha sido pirateada. En cada pérdida hay una ganancia implícita y la dicotomía ha inaugurado una nueva guerra en la sociedad de nuestro tiempo. Una guerra que aún no se ha visto a sí misma y camina entre nosotros, porque ni siquiera sabe que ha comenzado. Leyes invisibles prohíben que la guerra pueda soñar con el desastre. Sueña, con una máquina que tenga sus propias pesadillas y esa máquina construirá, cuando hayas dejado de soñar. Manifiesto 18º “404 Festival Internacional de Arte y Tecnología” por Gina Valenti & Scott Hessels  Octubre 2021 Argentina / Hong Kong

MEDIADEMIC

  Las revoluciones nacen del desequilibrio, del sistema que busca simular un orden. Pero todo sistema triunfa hasta que sólo depende de sí mismo: Y destruyeron los árboles cuya leña utilizaban para quemar los libros. Y encarcelaron al coraje hasta quedarse a solas con el miedo. Y replicaron su obsesión por el poder en aquellos a los que dejaron sin nada. Cuando ellos sueñan, nuestro mundo tiene pesadillas. Nadie muere en la comodidad hacia donde toda organización lucrativa nos orienta. Si nos galvanizamos, nuestro mundo se galvaniza. Si nos dejamos vencer, nuestro mundo pierde. Dejar morir es decisión de quienes más le temen a la muerte, de quienes coleccionan todo lo que han inventado a su favor. Sin el poder, no existen más verdugos. Sin sus artistas, vivimos con nosotros. Las batallas se pierden aquí y ahora, en la acumulación de todos los cielos y los infiernos, visibles e invisibles, imaginarios y concretos; en el preciso punto del derrumbe, donde sólo puede aparecer su opuesto. No es la construcción, no es la resistencia. No es la fragilidad de la gracia ni la persistencia del conocimiento. Las sílabas entran en guerra. Las opiniones buscan a su autor. Donde la preocupación y la imagen son una sola cosa, la imagen es la preocupación del ser que no se ve. El mundo se ha quedado sin lugar para extraños, los únicos enigmas por los que amanecía. Ahora somos todos perspectivas en fuga. Ahora somos todos, al mismo tiempo, nadie. Quien ha visto la esperanza de un espejo al romperse, sabe que los reflejos alguna vez se cansan. El ser humano es un lenguaje en permanente estado de ficción y somos nosotros sus monstruos literarios. Pero el Arte es el ser del hacer: la maniobra de escape que retorna. Manifiesto 17º “404 Festival Internacional de Arte y Tecnología” por Lic. Gina Valenti 2020

LLAMANDO A GALILEO

Eppur si muove / Y sin embargo se mueve

Nuestras ideas principales son las que se mueven. Somos dinámicos como nuestros pensamientos aunque nos apagamos entorno al mismo sol. Ninguna puerta ha sido construida sólo para cerrarse. Nadie llega hasta donde ninguno quiere irse. Hogar es ese lugar desde donde siempre partimos. La gravedad nos ha enseñado a caer, pero nuestras ideas son la razón por la cual nos levantamos. Oh, Galileo, cuánto coraje para inventar un mundo que sólo puede defenderse entre las llamas. Constantemente extintos por parecer rivales, somos revelaciones al azar. Círculos en guerra, centímetros por siglo. El amor no vence al odio porque ninguno gana. El horror se parece al miedo pero no son lo mismo. ¿Quién es este humano que no puede responder a sus propias preguntas? ¿Sigue girando el mundo que lo ha dejado atrás? Cuando concluye la noche, toda barbarie se pone en evidencia. Esta vez son los finales los que buscan quedarse para que otras historias no puedan comenzar. Amanece. El mundo sigue allí. Nosotros, también. Manifiesto 16º “404 Festival Internacional de Arte y Tecnología” por Lic. Gina Valenti Massachusetts, Estados Unidos, 2019

SÉ PARA QUE ELLOS SEAN

A lo lejos se oye el canto de los niños y las paredes no quieren caer porque se desmoronan. Han colonizado nuestra mente, pero también nuestro corazón. Todo cúmulo de piedras ahora es horizonte y sobre él planea algo que aún quiere volar. Es la disociación que han inventado entre las palabras y los actos, la primera de las ruinas en la que queremos construir algún futuro. La necesidad de ser de otra manera, sin certeza alguna, de ser un desconocido como los más conocidos. La naturalización de la distancia entre nosotros y nosotros. Somos seres practicantes de la luz habitando en plena oscuridad. Somos quienes dedicamos a los otros nuestra propia destrucción. Los humanos, los vencidos, los fallados e inconclusos. Es la nuestra la desaparición de los que prácticamente no se ven. La escenografía es lo primero que nos abandona. Luego se van los trajes, los amigos y finalmente el reflejo de todos sus matices. Atravesemos nuestros ojos con otra mirada. Somos un espejo de doble fondo, donde todo lo que queremos realmente puede suceder. Aquí no ha sido todo infierno y paraíso. Que nuestro mundo insista porque el miedo no sabe girar. Hagamos un pacto con el tiempo para que él también se quede y pueda verlo. A lo lejos se oye la voz de quienes están llegando. Sé, porque los que no pueden también te han construido. Los que no están, te siguen esperando. Sé, para que ellos sean. Manifiesto 15º “404 Festival Internacional de Arte y Tecnología” por Lic. Gina Valenti Fukuoka, Japón, 2018

LIBERTÉ, ÉGALITÉ, FRATERNIDAD

liberte_2 Nunca nos quebramos tanto como la tierra y sólo caminamos por donde aún se une. La historia de una altura que es anterior al cielo vuelve a prender su luz cuando la oscuridad lo abraza. Si un espejo es la duplicación de nuestro mismo lado la humanidad es la multiplicación de los demás en él. Pero es breve el reflejo cuando falta una imagen. El tiempo es lo que llega cuando todos se van. Manifiesto 14º “404 Festival Internacional de Arte y Tecnología” por Lic. Gina Valenti Rosario, Argentina, 2017

HOAX THE SYSTEM

Cuando nos vamos a dormir nos enfrentamos a mundos más justos y más terribles que aquél que abandonamos. Todo puede suceder allí, donde nuestra humanidad se antepone a cualquier consecuencia, en esa versión que no cuidamos y aun así no busca ocupar nuestro lugar. Cuando nos despertamos, las que caminan son nuestras réplicas. Creamos monstruos para inventar el miedo. Comenzamos todo lo que puede interrumpirse. Somos nosotros el territorio en donde la guerra está ocurriendo. Ni siquiera en nuestra mente se libra una batalla, sino en la estructura que hemos defendido durante toda la vida. Somos el sitio de los descubrimientos y el que los oculta; incertidumbres que se trasladan de un lugar a otro. Confiamos en todo lo que esperamos no tener que comprender, pero nuestras mentiras no sostienen mundos nuevos. Les temen. Desconfiamos de los sucesos increíbles cuando se repiten en el tiempo porque nada nos asombra si ocurre más de una vez. ¿No es extraño entonces que aun así sigamos creyendo en todo lo que nunca vemos? Visitamos los lugares que otros conquistan, tropezamos con las ruinas cuando no nos caemos. Algunos países tienen bombas suficientes para mantener a salvo a nuestras familias de las otras. Que nunca algún desastre sea nuestro refugio. Tenemos miedo de quienes menos tienen, de ésos que sólo se tienen a sí mismos. Un terror fundado en la certeza de que sólo somos lo que nos pueden quitar. Cuando el acceso es lo único que nos legitima la falta de acceso nos expulsa. Hay una eterna ausencia que es la nuestra, porque somos la promesa que otros cumplen. La genética histórica nos completa, pero a todo lo que nos sobra le faltamos. Nuevamente, el mundo de otros nos conquista. Lo que vendrá siempre desembarca sobre lo que no comprende. Pero el corazón es una gran corteza que para unirse sabe quebrar cualquier distancia. Hay un mundo que nos manda a dormir porque nunca lo hace. La Humanidad es lo que queda de la Humanidad. Manifiesto 13º “404 Festival Internacional de Arte y Tecnología” por Lic. Gina Valenti Bogotá, Colombia, 2016

WE ARE SPAM

En el modo de combinar nuestras palabras hubo siempre un motivo para que recurramos a ellas: un objetivo planeado por gente cuyo temor los ha llevado a conquistarlo todo. Por eso, a veces, es necesario que ocurra algún suceso que cambie las dificultades de lugar y las transgreda para ubicarlas en un sitio que logre reunirnos. Hemos aprendido de los sistemas que creamos y desde hace tiempo comenzamos a funcionar como ellos. Esta vez, reaccionamos como el sistema actúa, respondiéndole con sus mismas herramientas y dedicándole los mecanismos que utiliza para convencernos. Pero ¿cómo detenemos un sistema que nos hace caminar? Tiempo e historia no nos pertenecen porque son los grandes términos que nunca nos completan. Hemos construido un mundo que no cree en nosotros, pero creamos ficciones para imaginar la realidad. ¿Pueden los sistemas globales cambiar cuando son superados por las ideas individuales? ¿Qué pasaría si esas ideas simularan ser parte de ese sistema? Cuando nuestras ideas no son convenientes, también pueden replicarse de manera masiva. Y éstas son peligrosas cuando sólo pueden sobrevivir sin una razón práctica. Si pensamos, somos listos. Si insistimos, hacemos spam. No hemos llegado hasta aquí por un template. No podemos permitir que nos prefieran preseteados. Hay una manera de reflejarnos y no es en los demás (nuestra imagen vuelve a Él con copia oculta). Hay un modo de perdurar y no está en las fotos. Somos el mensaje que el sistema se niega a recibir, pero sigamos intentado porque podríamos hacerlo colapsar. Somos los últimos de los primeros. Somos aquellos que creen en lo que no convence fácilmente a los que abundan. Sin embargo, siempre fuimos más. Hubo gente en este mundo que está en otras redes sociales: el que murió afirmando que la tierra gira, la que durmió en un laboratorio para curarnos, los que perdieron la vida para defender una verdad que nunca le convino al poder. Todos ellos se fueron, pero algo nos dejaron. Las batallas que el Arte ha retratado son las que no ha querido impedir. Las pestes que las religiones han vaticinado son las que la ciencia intenta remediar. Las consignas que los medios han tallado sobre la corteza de otras épocas son los mensajes que sabremos interceptar en nuestro tiempo, antes de que ese mundo deje de creer en alguien más. Entonces, habremos partido de la zona de borradores. Ya no seremos sin título. El mensaje se está enviando esta vez. Manifiesto 12º “404 Festival Internacional de Arte y Tecnología” por Lic. Gina Valenti Rosario, Argentina, 2015

HUMAN VS. USER

Siempre han existido las redes sociales, sólo que ahora nos encontramos frente a la digitalización de nuestros vínculos. Hace tiempo que experimentamos un desapego por los demás, sin dejar de mantener un contacto fluido entre nosotros. Las redes sociales digitales capitalizan el hecho natural de la comunicación, mediando entre nuestras palabras y las otras, aunque muchas veces el emisor resulta ser también el destinatario, siendo el que más tiempo pasa junto a la información que está comunicando y quien suele revisitarla a diario. La inmediatez no mejora nuestro modo de conocernos. Para ello, son necesarios el silencio, la reflexión, el tiempo. Hoy parece un acto simple comunicarse con otros, pero ¿cuándo ha sido así? Ningún sistema optimiza nuestros lazos, sino que los dirige, generando hábitos y dispositivos que fusionan conceptos tan antagónicos como lo complejo y lo accesible, rumbo a la asimilación de lo incomprensible. Los encuentros que el sistema no puede anticipar y las distancias que generamos sin motivo aparente, viven entre las bases que se rehúsan a aceptarlo, en el cortocircuito del pacto más rebelde: la humana condición. Somos el recurso del que se vale el medio para permanecer, a pesar de nuestra capacidad de comunicarnos, pero no debemos olvidar que el primer contacto entre dos civilizaciones ha sido fruto de la conquista y la invasión. Aún viajamos sobrevolando las guerras. Si pensáramos a la Humanidad en términos informáticos, quizás sería más fácil aceptar que estamos siendo deleteados por un sistema operativo, nuestros países formateados, nuestras ideas borradas. Al descender de un avión nos estrellamos contra la realidad y, sin embargo, todo nos supone a salvo. Este mundo de cuerpos análogos y sentimientos digitales, transita ese vaivén que se extiende entre la usuarización y la humanización. La promesa del acceso es lo que convierte al humano en usuario. La búsqueda de propósitos intangibles va siendo reemplazada por la conformidad de lo accesible. Por eso, el arte es la reacción expresiva a un sistema opresivo. Cuando nuestra imaginación se confunde con el imaginario colectivo y ese imaginario es corporativo, es necesario visualizar algún indicio que nos devuelva a la exclusiva tarea de no pertenecer. Un sistema revela su derrota cuando oculta sus fallas y cada mejora es la prueba de que nunca funciona, pero nuestra credulidad comienza a tambalearse: la tecnología intenta distraernos; el sistema, apaciguarnos; la religión, recuperarnos; las catástrofes nos refugian tratando de asustarnos. Todo se ahoga y se extingue pero no siempre es por el fuego o por el agua. Somos los desastres más naturales del mundo, las tormentas que llueven sobre las reglas de construcción. las llamas donde arde lo que nunca es nuestro. Somos lo que queda cuando todo se desarma y nadie puede usar ninguna de esas partes. Somos la casa que protege a nuestro techo, la razón de nuestras dudas, los padres de todo desconocido, los amigos de los que no vuelven, la esperanza de toda muerte injusta, la fábula contemporánea de una verdad histórica. Lo que somos, es lo que humanizamos. Manifiesto 11º “404 Festival Internacional de Arte y Tecnología” por Lic. Gina Valenti Moscú, Rusia, 2014 [gdlr_divider type="solid" size="100%" ]

EL MUNDO QUE NUNCA OCURRIÓ

El verdadero mundo que teníamos existe aún en los detalles del mundo que tenemos; en nuestra capacidad de confundir la observación con la imaginación. Todos somos alguna especie de estatua, como la de aquel cosmonauta ruso que sigue despegando de la tierra y sueña con poder llevarnos. Es inevitable la revolución de la bondad. Tan inevitable como el paso de los años para un reloj que abandona su función. Las nubes continúan exhalando el humo de las fábricas. Los edificios hibernan para sobrevivirnos. Las calles se congelan para que aprendamos a deslizarnos y las luces de la vía pública se encienden para que puedan despertar. Los trenes se alimentan de óxido y esperan. Las paredes pactan con el color y esperan. Los árboles amarran sus raíces y esperan. Los muertos se cubren de semillas y esperan. Un carcelero sólo puede inaugurar la libertad. II parte del Manifiesto “Human vs. User” / 11th “404 Festival” en Moscú, Rusia. por Lic. Gina Valenti, 29 de Octubre, 2014, viajando entre 2 pueblos.

REGRESO A CASA

He vuelto al anverso de la caligrafía. Las aves son el único recuerdo de un avión. Este es el mundo de los viajes redondos y las ideas firmes. He quedado del otro lado del frio. Todo nos estremece antes de partir. Epílogo del Manifiesto “Human vs. User” / 11ª edición del “404 Festival” en Moscú, Rusia. por Lic. Gina Valenti, 5 de Noviembre de 2014, viajando entre Buenos Aires y Rosario.

RESET ART

El primer invento del hombre es el ser humano, quien tropezando con el fuego se ha inventado a sí mismo inaugurando su relación con lo que desconoce. La luz del sol y nuestra sombra son el origen de la interacción. El hombre es el entorno del hombre y su genealogía es la suma de todos sus mundos. Ése es el Hombre Aumentado: la primera persona del singular pensándose en plural. Hay una naturaleza ajena a su destino haciendo de cuenta que él no está. El primer mundo de ese humano es el que inventa para poder modificar. Nadie mejor que él conoce el tiempo, desde que el inicio de su verticalidad ha hecho que el sol lo convierta en su primer reloj. El meridiano es una regla que raya sobre el mundo una sabia verdad. Todos caminamos. Todos sentimos el frío y el calor. El pensamiento es como ese meridiano si se repitiese con cada uno de nuestros pasos, es esa sucesión de líneas infinitas que nos mantienen sobre esta hoja redonda con agua y de papel. Somos los milimétricos, los que sabemos contar, los que seguimos cayendo de la regla, pero inventamos otra. La brevedad de nuestro paso por la historia es proporcional a la calidad coreográfica con la que nos desplazamos en el tiempo. Inventamos un sistema operativo para luego reemplazarlo por otro. A cada reemplazo exitoso lo llamamos vanguardia y es cuando se transforma en otra cosa, justo antes de cumplir con su promesa. ¿Cuándo el Arte dejó de cuestionar al sistema? ¿Cuándo dejó de interpretarlo para aceptarlo si su capacidad consiste en excederlo? Si el Arte funciona como un sistema operativo debe ser tratado como tal. Entonces: RESET ART. Manifiesto 10º “404 Festival Internacional de Arte y Tecnología” por Lic. Gina Valenti Rosario, Argentina, 2013

I=RPM

LAS IDEAS SON REVOLUCIONES POR MINUTO {Nuestras ideas suelen ser un cataclismo interrumpido pero cuando se expanden pueden sacudir al mundo en intervalos de un minuto. Hay una microscópica revolución ahí, en la defensa de nuestra única jurisdicción: pensar.} Manifiesto 9º “404 Festival Internacional de Arte y Tecnología” por Lic. Gina Valenti Rosario, Argentina, 2012

ERROR IS CREATION

Vivimos en un sistema que admite errores sólo cuando solucionarlos depende exclusivamente de él. Vivimos en un sistema y en él funcionamos, a excepción de cuando hacemos Arte. Siempre soñé con un mundo que no tema equivocarse, nunca con un mundo que ostente la razón. En un momento histórico que privilegia la aparición de novedosos dispositivos la gente, cómodamente, se ha acostumbrado a asimilar las ideas que otros piensan por ellos, cuando en realidad el pensamiento debe ser más nuevo que la novedad. Quienes están confiados en formar parte de una gran audiencia, creen en la asimilación de los medios tecnológicos como única manera de no quedarse atrás, ignorando que esa conducta es el peor modo de avanzar, atrasando la invención de nuestro próximo fuego. Todo error nos perturba porque derrumba la certeza de nuestros siglos de conocimiento, pero cada vez que nos equivocamos una parte de nosotros suele darnos la razón. Hay una microscópica revolución ahí, en la defensa de nuestra única jurisdicción: pensar. Se encuentra en el error una combinación de probabilidades que eluden la función y ésa es una característica que comparte con el Arte, cuyo valor residual consiste en no ser útil, en su carencia de fines prácticos. El error irrumpe. Los objetos fallan a propósito, obligándonos a contemplar su inherente naturaleza creativa. La finalidad última de todo objeto es fallar porque al hacerlo se convierte en algo más completo: el resultado de lo que esperamos y de lo inesperado. Es un objeto otro, con nuevos rasgos, que transitará un camino que lo potencia. Las cosas cuando fallan se parecen a nosotros, adquieren la condición humana. Los errores siempre vuelven a cometernos iguales. En un mundo donde lo equivocado es pensar, el pensamiento es un deber. El error es creación. Manifiesto 7º “404 Festival Internacional de Arte y Tecnología” por Lic. Gina Valenti Taipei, Taiwán, 2010

AMANECER EN EL ARTE POST-ELECTRÓNICO

El Arte no contempla soluciones ni respuestas, porque es en sí perfectamente impredecible y admirablemente inútil.
Pienso en las Vanguardias, no como irrupción o contraposición con Artes anteriores, sino como un complejo sistema de reubicación,
mecanismos, que llevan a que determinadas combinaciones de habilidad e impacto (conjuntos de estilos e ideas) sean dotados de un nombre.
Éste, se nos presenta tal cual es, cuando inevitablemente se convierte en otra cosa.
Luego de un desastre natural, el paisaje puede cambiar por otro. Los árboles majestuosos son arrancados y junto con sus grandes raíces, trasplantados.
Ya no hay lugares seguros. Ante nosotros aparece todo aquello que aprenderemos a ver por primera vez.
A lo largo de la historia, el Arte se ha enamorado de los medios, intentando definir esa relación mediante un adjetivo que siempre lo sucede.
Si existiese el término “Arte Nublado” nos veríamos obligados a pensar que ese fenómeno climático tiene una incidencia tan grande sobre el mundo,
que resulta inevitable que el Arte se interese por él.
Los artistas intentan aliarse con los nuevos medios y éstos inevitablemente escapan hacia otra dirección:
el Arte siempre va a equivocarse y la Tecnología va a darle la razón.
No hay tecnologías sensibles, porque en ellas no está implícita de manera alguna la creación.
Es el artista quien debe prescindir de los medios para poder utilizarlos más allá de su concepción.
Tal es el afán del Arte por fundirse con su enamorado, que es capaz de envolverlo en todo tipo de variables hasta que de éste no quede rastro alguno.
Pero el Arte es un virus que opera sobre sí mismo, dada su imposibilidad de crear daños sobre el sistema por el cual se ha visto fascinado.
Por eso pienso que el Arte podrá cambiar el mundo, sólo cuando esté verdaderamente dispuesto a destruirse con él o simplemente cuando decida emanciparse de su segundo nombre.
Una vez terminado el deslumbramiento suscitado por el primer encuentro entre el Arte y la Tecnología, percibo que aún sin darnos cuenta,
hemos amanecido en el Arte Post-Electrónico.

Manifiesto 5º “404 Festival Internacional de Arte y Tecnología”
por Lic. Gina Valenti
Trieste, Italia, 2008